Se acerca la cuenta atrás para uno de los días fatídicos del año, "San Valentín". Llevo un par de semanas rodeado de corazones, buenas intenciones y campañas publicitarias que atraviesan mi retina, y lo siento, pero ya no puedo más.
Todos los años me prometo a mí mismo tener pareja por estas fechas, y aquí estoy, solo y sin nadie que me arrope a dos días de la traca final. Pero este año voy a enamorarme, aunque sólo sea para fardar, que es lo que suele hacerse el día después. Todo el mundo te cuenta lo felíces que son ( aunque ni ellos mismos se lo crean ) , los regalos tan especiales que les hicieron sus parejas ( arrepentidos de portarse mal durante el resto del año, y por miedo a quedarse solos ) y los planes de futuro que nacen en este día, muchas veces por obligación.
Prometo que he intentado enamorarme, pero nada. O me entrego mucho, o soy un vividor. Y está claro que la vida es para vivirla, y que la gente se une para intentar paliar el efecto del dolor y los miedos en solitario. Pero aún así, y para cumplir mi promesa, intentaré estar receptivo y enseñaros la flecha el año que viene, San Valentín mediante.
Yo estoy abierto al amor, pero también quiero sexo de calidad para poder enamorarme después de estar satisfecho y ver si es verdad lo del Santo. Y la cosa está difícil. Y me refiero al sexo de calidad, no al amor. Porque la gente oferta muchas cosas, pero hay mucha "tara", y es por ello por lo que la demanda del sexo aumenta y la del amor baja.
En este punto solo puedo decir, que lo mejor es probar y probar... aprender a disfrutar de la soltería, de su libertad y de poder dormír a pierna suelta. Y si te pica, repasa la agenda para ver si hay algún contacto que fue algo más que eso, para que el día 14, te toque con "tacto" y pasar el día con la mayor dignidad posible.
Todos los años me prometo a mí mismo tener pareja por estas fechas, y aquí estoy, solo y sin nadie que me arrope a dos días de la traca final. Pero este año voy a enamorarme, aunque sólo sea para fardar, que es lo que suele hacerse el día después. Todo el mundo te cuenta lo felíces que son ( aunque ni ellos mismos se lo crean ) , los regalos tan especiales que les hicieron sus parejas ( arrepentidos de portarse mal durante el resto del año, y por miedo a quedarse solos ) y los planes de futuro que nacen en este día, muchas veces por obligación.
Prometo que he intentado enamorarme, pero nada. O me entrego mucho, o soy un vividor. Y está claro que la vida es para vivirla, y que la gente se une para intentar paliar el efecto del dolor y los miedos en solitario. Pero aún así, y para cumplir mi promesa, intentaré estar receptivo y enseñaros la flecha el año que viene, San Valentín mediante.
Yo estoy abierto al amor, pero también quiero sexo de calidad para poder enamorarme después de estar satisfecho y ver si es verdad lo del Santo. Y la cosa está difícil. Y me refiero al sexo de calidad, no al amor. Porque la gente oferta muchas cosas, pero hay mucha "tara", y es por ello por lo que la demanda del sexo aumenta y la del amor baja.
En este punto solo puedo decir, que lo mejor es probar y probar... aprender a disfrutar de la soltería, de su libertad y de poder dormír a pierna suelta. Y si te pica, repasa la agenda para ver si hay algún contacto que fue algo más que eso, para que el día 14, te toque con "tacto" y pasar el día con la mayor dignidad posible.
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